Juan Bautista Justo

Juan Bautista Justo, nació en el barrio de San Telmo en Buenos Aires, el 28 de junio de 1865. Su padre, don Felipe Justo, se dedicaba a las tareas agrícolas.

En 1888, recibió su título de doctor en medicina con notas sobresalientes. Su tesis de graduación, que contó con la tutoría del doctor Ignacio Pirovano, se titulaba: «Aneurismas arteriales quirúrgicos» y fue calificada por el decano de la facultad de medicina, Dr. Avelino González, como «el estudio más acabado y perfecto que puede hacerse sobre el tema». Por sus investigaciones, la Facultad de Medicina lo premió con la medalla de oro, y le otorgó, además, un viaje de estudios por las principales capitales europeas. Tenía apenas 23 años.

En 1890, regresó al país y fue designado jefe de sala del actual hospital Ramos Mejía y profesor de Clínica Quirúrgica en la Facultad de Medicina.

También en el convulsionado año 1890 se incorporó a las filas de la Unión Cívica, que preparaba su revolución contra el gobierno de Juárez Celman. Justo se oponía al uso de la fuerza. Propuso como método de lucha una huelga de contribuyentes y trabajadores. Prefería la resistencia civil no violenta y decidió intervenir en la Revolución del Parque sólo como médico.

Durante su estadía en Europa tomó contacto con las ideas socialistas, y pudo leer y concretar la primera traducción al castellano de El Capital de Carlos Marx, que se publicaría años mas tarde en Madrid. Por ese entonces comenzó a operarse en su conciencia un gran cambio. Con este estímulo y sus convicciones por delante, en abril de 1894 fundó junto a un grupo de compañeros de ideas entre los que se contaban Augusto Kühn, Esteban Jiménez e Isidro Salomó, el periódico socialista La Vanguardia. Para afrontar los gastos vendió el coche que utilizaba en sus visitas de médico y empeñó la medalla de oro que le había otorgado la Facultad de Medicina.

En 1895, viajó a los Estados Unidos. A su regreso publicará dieciocho notas en La Vanguardia referidas a sus impresiones sobre el país del norte. El periódico La Vanguardia se había transformado en el ámbito natural de reunión de los socialistas de Buenos Aires. Fue creciendo la necesidad de crear un partido propio que expresara estas ideas y las llevara a la práctica. Así nació en 1896, bajo la inspiración de Justo, el Partido Socialista, que proclamaba en su carta orgánica: «El Partido Socialista es ante todo el partido de los trabajadores, de los proletarios, de los que no tienen más que la fuerza de su trabajo; las puertas del partido están, sin embargo, abiertas para los individuos de otras clases que quisieran entrar, subordinando sus intereses a los de la clase proletaria. Lo que es importante es patentizar nuestra independencia de todo interés capitalista o pequeño burgués».

En 1899, Justo se casa con Mariana Chertkoff, una joven inmigrante rusa de origen judío. La pareja se instala en Junín, donde residirá hasta 1904. Ese año será muy importante para el Partido Socialista. Será electo por el barrio de La Boca el primer diputado socialista de toda América, el doctor Alfredo Palacios. Este hecho y la designación de Justo como profesor titular en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, provocan el traslado de la familia a dicha ciudad.

En 1905, funda junto a otros once compañeros del Partido la Cooperativa de consumo crédito y vivienda «El Hogar Obrero».

El año 1909 estará signado por la lucha obrera, huelgas de los anarquistas, actos socialistas y la represión del Estado reflejada en la matanza de obreros en la Plaza Lorea el 1º de mayo. Tanto los socialistas como los anarquistas repudian el hecho y declaran la huelga general, solicitando la renuncia del Jefe de Policía de la Capital, coronel Ramón Lorenzo Falcón. El gobierno de Alcorta hace caso omiso a los pedidos obreros y confirma a Falcón en su cargo. Pocos meses después Falcón morirá en un atentado perpetrado por el joven anarquista ruso Simón Radowitzky. En ese año tan particular, Justo, que había repudiado la represión policial declarando: «Este es un país civilizado con un gobierno bárbaro», publicará su obra más destacada: Teoría y Práctica de la Historia. Jean Jaurés en ocasión de su visita a Buenos Aires, tomó contacto con el texto y se lo llevó a París para publicarlo en Europa.

En 1912 muere su esposa Mariana dando a luz al séptimo hijo de la pareja. Profundamente afectado el líder socialista se mudará a una casona del Barrio de Belgrano donde su madre, doña Aurora, se encargará de la crianza de sus hijos.

En ese año 1912, en el marco de la limpieza electoral impuesta por la Ley Sáenz Peña, es electo diputado nacional. En el parlamento se destacará como orador y por la cantidad de proyectos presentados, casi todos ellos vinculados a los derechos de los trabajadores.

Mientras tanto en Santa Fe se produce la revuelta de los chacareros de la pampa gringa que protestan por los altos precios de los arrendamientos rurales y los altos intereses que les cobran los bancos por los créditos que solicitan para producir. La protesta pasará a la historia como el «Grito de Alcorta», en referencia a la localidad santafecina que fue epicentro de los acontecimientos y primera sede de la recién fundada Federación Agraria Argentina. En uno de los actos más multitudinarios del grito de Alcorta, Juan B. Justo participa como orador.

A lo largo de los años la perseverancia y la conducta coherente de Justo habían logrado la incorporación de valiosas figuras al socialismo como Nicolás Repetto, Augusto Bunge, José Ingenieros, Leopoldo Lugones, los hermanos Enrique y Adolfo Dickman, Alfredo Palacios y Mario Bravo.

El Partido Socialista obtendrá a partir de 1912 triunfos electorales sucesivos, superando en varias ocasiones al radicalismo. En 1913 logró su primera banca en el senado en la figura de Enrique del Valle Iberlucea.

En mayo de 1916, mientras salía del local de La Vanguardia junto a su amigo y compañero, el doctor Enrique Dickman, un desconocido se le acercó y le disparó un tiro. El disparo impactó gravemente en una de sus piernas. Con la herida todavía abierta y, tras recibir las primeras curaciones, se presenta en el Congreso y participa en el debate del día.

En 1918, frente a las protestas de los estudiantes de Córdoba que piden una profunda reforma universitaria, el Dr. Justo apoyará sus reclamos desde el parlamento.

Los graves hechos conocidos como la Semana Trágica de 1919, encuentran en Justo una vibrante condena y el pedido de investigación para los responsables de la represión policial y parapolicial.

En 1920, Justo se casa con la joven doctora Alicia Moreau -hija de refugiados franceses de la Comuna de París- veinte años menor que él, con quien tendrá otros tres hijos y compartirá su pasión por el socialismo y su interés por los temas médicos.

En las elecciones de 1924, a las que el radicalismo concurre dividido entre los personalistas, partidarios de Yrigoyen, y los antipersonalistas, partidarios del entonces presidente Marcelo T. de Alvear, Justo, a los 59 años, resultó electo senador por la capital. Uno de sus primeros proyectos fue el que solicitaba la separación de la Iglesia y el Estado, desatando una fuerte polémica con las bancadas radical y conservadora que se opusieron a que fuera considerado sobre tablas. Para 1926 el Partido Socialista contará con una bancada de 26 diputados nacionales y dos senadores.

El 23 de enero de 1927, Justo inaugura la Casa del Pueblo, con su gran biblioteca, su salón de conferencias y sus aulas nocturnas dedicadas a la enseñanza de los obreros. Sería una de sus últimas alegrías.

El 8 de enero de 1928, mientras pasaba una temporada de vacaciones en compañía de su esposa Alicia y sus hijos, en su quinta de Los Cardales, Juan B. Justo moría de un síncope cardíaco.

Guillermo Emilio Estévez Boero

Nació el 28 de diciembre de 1930 en la ciudad de Rosario, donde pasó su infancia y adolescencia.  Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Sagrado Corazón de Rosario, graduándose como Bachiller en 1948.

Estudió Abogacía en Santa Fe, en la  Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, pasando por todos los estamentos de la militancia universitaria: fue Presidente del Centro de Estudiantes , miembro del Consejo Directivo de la Facultad y del Consejo Superior de la Universidad; Presidente de laFederación Universitaria del Litoral; y Presidente de laFederación Universitaria Argentina (FUA), cargo al que arribó el 18 de octubre de 1959, luego de conducir la masiva movilización estudiantil en defensa de la educación laica*.Siendo estudiante fue discípulo del Profesor Luis Jiménez de Asua, penalista de reconocimiento internacional, redactor de la Constitución Republicana, y Presidente de la República Española en el Exilio, al que consideró su maestro y con quien compartió su formación inicial en el pensamiento socialista que desarrollara a lo largo de su vida. De él recibió el ejemplo al que referiría en las palabras pronunciadas con motivo de la repatriación de sus restos a España: «muchas veces las deserciones, las traiciones al ideal nos golpean, pero nos fortalece la vida de aquellos que, como el maestro, hicieron de la consecuencia con los principios la norma fundamental de su vida.

Integró la generación de estudiantes universitarios que se formó en los principios sociales y humanistas de la Reforma Universitaria de 1918, fue un lector incansable de los protagonistas de aquella gesta: Gabriel Del Mazo y Deodoro Roca, y de quienes la acompañaron como Alfredo L. Palacios, Julio V. González, José Ingenieros, Alejandro Korn, entre otros. Al igual que ellos, Estévez Boero encontró en la Reforma un programa, un compromiso y un sueño. Más allá de las diferencias biográficas, estos hombres se propusieron conectar a los estudiantes con los trabajadores, el saber con la política, la inteligencia con la causa de los oprimidos» (Rogelio Alaniz. El Litoral, 6 de febrero de 2000). A la luz de la Reforma profundizó en la significación del pensamiento nacional y latinoamericano. Siempre incluía en sus diálogos reflexiones del peruano José Carlos Mariátegui, de Manuel Ugarte, al igual que los aportes de FORJA en la defensa del patrimonio nacional , de Raúl Scalabrini Ortíz y de Arturo E. Sampay.

Practicó la solidaridad latinoamericana frente a la agresión imperialista, actitud solidaria que conservó durante toda su vida, y que le fuera públicamente reconocida por los gobiernos de las repúblicas de Perú y de Chile, con sendas condecoraciones. Como dirigente estudiantil compartió la realidad de nuestros hermanos latinoamericanos. En 1955 participó de los cursos de verano de la Universidad de Chile y luego viajó a Bolivia para conocer la experiencia en el gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) bajo la presidencia de Víctor Paz Estenssoro, y también al Paraguay, para interesarse por la realidad de ls detenidos por la dictadura de Stroessner.

La tragedia de la República Española y las consecuencias del franquismo lo llevaron a trabajar por la libertad de los presos políticos de aquella península, así en 1959 acompañó la organización de la «Segunda Conferencia Pro amnistía de los presos políticos de España y Portugal», junto a su amigo, el escritor Luis Alberto Quesada, quien frente al desencanto por la noticia de la muerte de Guillermo, escribiría: «las semillas transgénicas que siembran muchos políticos perjudican a las cosechas de los campos sociales y así la ecología de los pensamientos nos exige seguir la marcha infinita hacia los grandes horizontes del futuro.

La valoración del proceso social y político del peronismo también dividía las aguas en la universidad entre los que apoyaban el golpe de estado de 1955 y los que se oponían a el. Dentro de este grupo de estudiantes se encontraba Estévez Boero, quien entonces ya había definido su vocación por las ideas del socialismo y militaba dentro del Grupo Universitario Renovación integrado por jóvenes reformistas independientes.  Su militancia estudiantil y su militancia política, lo llevan a relacionarse con otras agrupaciones reformistas con quienes comparte una visión del país y de la universidad que triunfa en el congreso de la FUA de 1959.

……………………………………………………………………………………..

Hombre de pensamiento y acción, supo articular su formación con un accionar militante, que cristalizó en una práctica de construcción política permanente: En 1954 se incorpora a Acción Socialista junto a Dardo Cúneo y a otros socialistas, reivindicando una actitud superadora de la antinomia de esos tiempos entre peronismo-antiperonismo. De aquel grupo surgió el Partido de los Trabajadores, que en la Convención Constituyente de 1957 logró la elección de un convencional, Juan Carlos Deghi, junto a quien elaboró, con sólidos fundamentos jurídicos y políticos, la declaración de nulidad de la proclama del gobierno provisional, argumentando que el mismo carecía de facultades legislativas para convocar a la reforma, encuadrándolo como gobierno usurpador.

Siguiendo el ejemplo de Juan B. Justo, trabajó incansablemente junto a la juventud con sus dotes de maestro y su carisma para convocar, contagiando su alegría, confiando plenamente en la capacidad creadora de los jóvenes, llamando a estudiar para proponer, construir y realizar las soluciones que nuestro país necesita. Siempre con preguntas, casi siempre con respuestas.

…………………………………………………………………….

En 1960 como síntesis de su accionar estudiantil, Estévez Boero junto a un grupo de militantes socialistas reformistas funda el Movimiento Nacional Reformista (MNR) en un intento por vincular las ideas del socialismo con la realidad nacional, como lo expresara en el 25º Aniversario de su fundación: «Este movimiento estudiantil se llama Nacional porque al nacer se compromete a insertarse en la tradición histórica de nuestra Patria para poder modificarla. Y se llama Reformista porque enarbola las banderas de la revolución universitaria de 1918. El MNR es una concepción de la universidad nacional que va articulada a una concepción de la nación, porque no puede tener idea de la universidad quien no participó en la formación del Movimiento de Acción Popular Argentino(MAPA) que el 23 de abril de 1972 confluye junto a otras fuerzas políticas en la fundación del Partido Socialista Popular (PSP), al que destinara todos sus esfuerzos como organizador para avanzar en el desarrollo de un pensamiento y de una práctica que rescatara los valores de la nación para la construcción de un país con independencia, con justicia y con solidaridad.

Su preocupación por vincular el pensamiento socialista a la cuestión nacional lo llevó -al igual que lo hicieran Juan B.Justo y Alfredo Palacios- a rechazar los dogmatismos, a imaginar las celebraciones del 1º de Mayo rodeadas de banderas celestes y blancas, a jerarquizar la celebración de las fechas patrias y a rescatar la literatura que sirviera de base a la formación de un pensamiento nacional. Su visión de la nacionalidad era superadora de los antagonismos y promotora de la integración de las distintas identidades.

……………………………………………………………

En las elecciones de 1983 fue candidato a Presidente de la Nación por el Partido Socialista Popular y en 1989 por la Unidad Socialista. Preocupado por el futuro de la democracia en nuestro país, recordaba que: «…emergimos de la última etapa de la crisis -que se exteriorizó con toda su fuerza en la dictadura instaurada en 1976-, sin tener conciencia de su dimensión y profundidad y creyendo que el simple imperio del Estado de Derecho iba a reordenar el panorama económico y social del país. Sin embargo, esta crisis tendrá aspectos más profundos y graves por su permanencia, afectando la legitimidad del gobierno, pero no de un gobierno en particular, sino la del sistema institucional argentino. Existe un divorcio cada vez más profundo entre el consenso político y el social. Cada vez es más grande la diferencia entre lo que el pueblo vota y lo que luego se hace, lo cual trae una falta de credibilidad en el sistema y reduce la participación institucional» (Proyecto de ley del Consejo Económico, Social y Político, Cámara de Diputados de la Nación, 1988).

Como Secretario General y, luego como Secretario de Relaciones Internacionales del PSP, desempeñó una activa participación en el ámbito de laInternacional Socialista, de la que el Partido Socialista es miembro pleno, siguiendo desde allí los debates acerca de los grandes temas del socialismo protagonizado por líderes como Willy Brandt, Francois Mitterrand, Shimón Peres, Felipe González, Massimo D’Alema, entre otros.

Entre 1985 y 1987 integró, por invitación del Presidente Raúl Alfonsín, junto a otras personalidades políticas e intelectuales el Consejo para la Consolidación de la Democracia, al que se le encomendara el estudio de la posible reforma de la Constitución Nacional.

En 1987 fue electo diputado de la Nación por el Partido Socialista Popular en la Unidad Socialista, por la provincia de Santa Fe, y reelecto en 1991, 1995 y 1999. Con él, en 1987, volvió el socialismo al Congreso de la Nación después de 22 años.

En 1994 fue electo Convencional Constituyente por Santa Fe para la Reforma de la Constitución Nacional, en la que desempeñó una destacada labor tanto por la cantidad de proyectos presentados como por la profundidad de su participación en los debates.

Participó del grupo de trabajo de legisladores argentinos que diseñó una alternativa al trazado limítrofe con Chile en la zona de los Hielos Continentales.

A pesar de su salud resentida, sus pasiones no se acallaban, y acudió a apoyar con su presencia y su mensaje -el último- a los jóvenes socialistas reunidos en el campamento de Amaicha del Valle (Tucumán), y desde ahí viajó a Santiago para celebrar la victoria de su amigo Ricardo Lagos, electo Presidente de Chile.

Falleció el 3 de febrero del 2000. Siendo despedido no sólo por todas las rosas rojas que supo cosechar sino por innumerables personas que concurrieron a rendir homenaje a un hombre capaz y comprometido con la Argentina de su tiempo, arquitecto del socialismo en nuestro país, y gran maestro en el señalamiento de nuevos y mejores horizontes para la juventud.

 

Fuente: Fundación Estévez Boero. Centro dedicado al conocimiento, formación y difusión del pensamiento socialista.

Nicolás Repetto

Nicolás Repetto[1] 
Nicolás Repetto nació en Buenos Aires en 1871. En su infancia conoció personalmente a Domingo F. Sarmiento, que vivía en una casa vecina a la suya. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en donde fue alumno de profesores como Piñero en Derecho, de Fragueiro en Historia, de Bermejo en Filosofía y de Matienzo en Geografía. Ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en donde se graduó como médico en 1894. Antes, siendo alumno del 3º año de la carrera, ejerció como practicante atendiendo heridos durante la revolución de 1890, en el Parque de Artillería. Entre 1894 y 1897 realizó un largo viaje de estudios por Europa. A su regreso, fue cirujano de niños en el Hospital Ramos Mejía.

En el año 1900 se incorporó al Partido Socialista argentino, fundado por el médico Juan B. Justo, maestro de Repetto. En 1902 asumió la dirección del periódico partidario “La Vanguardia”; entre tanto, ejercía la medicina como cirujano, y como tal alcanzaba un importante prestigio. Entre 1903 y 1910 fue cirujano principal del Hospital Italiano de Buenos Aires y en 1909 concurrió al Congreso Internacional de Medicina reunido en Budapest.

Paralelamente, desarrolló un importante acción política y social: en 1905 juntamente con el doctor Justo, fundó la Cooperativa de consumo y vivienda “El Hogar Obrero” y en 1913, a los 42 años de edad, fue electo Diputado Nacional por la Capital Federal. En ese año cerró su sanatorio quirúrgico y su consultorio médico, dando fin a su carrera profesional pese al éxito y notoriedad que en ella había alcanzado, para dedicarse enteramente a la política. Entre 1913 y 1943, el pueblo de la Capital lo eligió ocho veces como Diputado Nacional. En 1932, en un contexto político nacional enrarecido, fue candidato a vice presidente de la Nación integrando la formula opositora con Lisandro De la Torre, en representación de la Alianza Socialista – Demócrata Progresista, que, como era previsible en aquellas circunstancias, fue derrotada a través de un notorio fraude.

En 1941 Nicolás Repetto fue miembro de “Acción Argentina”, un agrupamiento de la civilidad para luchar contra el crecimiento del influjo político del movimiento nazi – fascista. En 1943 fue un opositor vigoroso al golpe de estado de ese año lo que le valió  persecuciones, prisión política y exilio.

En 1961 una parte muy importante de la ciudadanía le tributó un gran homenaje cívico al cumplir noventa años de edad. A lo largo de toda su vida, Repetto  fue siempre un profesional y profesor universitario, un médico y científico, un pensador y un orientador. Esta personalidad atípica en el medio político, aún en un contexto muy calificado de políticos sobresalientes, le granjeó a Repetto una admiración y un respeto por parte de intelectuales que no siempre compartían sus posiciones. Tal es el caso de la escritora Victoria Ocampo, que decía que el doctor Repetto era el único político con quien ella podía entenderse.

Repetto, además, ha dejado una obra escrita compuesta por una decena de sustanciosos libros, en los cuales aflora con nitidez su pensamiento sobre múltiples temas como el socialismo, la medicina, la agricultura y la política.

Las ideas de Repetto estuvieron muy influidas por su maestro Justo y también tuvo admiración por Jean jaurés.  Fundador y director del periódico socialista “L’Humanité”, fue un publicista notorio y hacia la Primer Guerra Mundial desplegó una intensa actividad pacifista y anti nacionalista. A causa de esa postura, fue asesinado en 1914 por un fanático, hecho que conmovió a la opinión pública mundial y evidenció el clima de avasallamiento de la paz por la violencia. “Repetto – escribe José S. Campobassi – admiró a Jean Jaurès y lo consideró el más destacado de los socialistas contemporáneos. Lo conoció y trató en París en 1909 y en Buenos Aires en 1911″. Más aún: Repetto acompañó a Jaurès durante su visita a Buenos Aires y recibió en forma directa sus comentarios acerca de lo que veía, por ejemplo al visitar una fábrica. El caso de Jaurès era interesante: político y periodista, era también un pensador con envergadura filosófica y un historiador documentado.

Sorprende la asombrosa madurez de su personalidad, el equilibrio entre su inteligencia y su voluntad. “Pensar y hacer, hacer y pensar”, decía, “el pensamiento genera la acción, la acción controla el pensamiento”.

Creía que quienes tienen negocios privados no pueden atender negocios públicos y se atuvo a esa regla. Aspiraba a que hubiera transparencia en la vida pública para que el país no acabara siendo una inmensa tienda de mercaderes.

Fue un cirujano eminente que tuvo, como Justo, su “crisis médica”, que lo alejó del quirófano y le señaló el camino del laboreo político y social.

Fue un agricultor que conoció como pocos los problemas del campo, que examinó como socialista y como hombre de estado, pero por encima de todo, consagró su vida a la política y al desarrollo de la cooperación libre.

Fue un civilizador y un hombre de acción, uno de los más calificados testigos de varias décadas del siglo XX argentino. Pero no solamente fue un testigo, sino un actor de primera línea del drama social argentino, realidad que vivió intensamente, con la agudeza de sus observaciones, la profundidad de su análisis y el nivel técnico de sus propuestas.

El movimiento del cooperativismo lo tuvo como un actor principal. Repetto pensaba que la cooperativa es una sociedad de hombres modestos, que tiene por objeto comerciar colectivamente los artículos de sus consumos de forma tal que los asociados se distribuyan los beneficios en proporción al uso que hacen de la sociedad.

Es bueno retener este concepto: consumo desorganizado es el consumo de gente que prescindiendo de los demás, procediendo aisladamente, se presentan a un comercio que está organizado; la cooperación ha opuesto a un comercio organizado, un consumo organizado.

La cooperación no es una institución de carácter filantrópico. El cooperador es un hombre enérgico, activo, que auxilia y es auxiliado, que percibe beneficios como consecuencia de sus esfuerzos.

Fue contemporáneo y amigo de otro de los grandes políticos de nuestro país y de América Latina como fue el Dr. Alfredo L. Palacios con quién las circunstancias del devenir político, lo encontraron hacia el final de sus vidas en distintas posiciones dentro del viejo y glorioso partido fundado por Juan B. Justo. Pese a ello a fines de 1964, cuando el periodista Germán Roland lo puso en conocimiento del delicado estado de salud del ilustre parlamentario, Repetto no dudo un instante en acercarse, junto al Dr. Abraham Zeida, a la casa de la calle Charcas para visitarlo y alentarlo para enfrentar la grave dolencia que lo afectaba. Palacios se emocionó notablemente  y luego de una larga conversación que se extendió durante casi dos horas le prometió que la primera salida después de superar el amargo trance sería para devolverle la visita. Luego se despidieron, confundiéndose en un fuerte abrazo que a la postre sería el último,  ya que el  creador del “nuevo derecho” fallecería poco tiempo después el 20 de abril de 1965.

Aunque su personalidad ha sido hoy olvidada incluso por muchos sectores que por su afinidad intelectual, ideológica o profesional podrían interesarse por su pensamiento, Nicolás Repetto ha sido una de las grandes figuras argentinas del siglo XX y una de las tantas desperdiciadas por una sociedad que ha consumido buena parte de sus energías creativas en estériles luchas por el poder. Repetto fue médico antes de ser político y fue político con bases científicas. Pero además de esas actividades y ocupaciones, fue un hombre de pensamiento y de acción en múltiples terrenos. A lo largo de su dilatada vida, presenció el desarrollo de la telegrafía sin hilos, de la radio, de la aviación, de la televisión y el surgimiento de la computación. Ante todas estas innovaciones tuvo una actitud atenta, interesada y reflexiva. Pese a estar involucrado en las batallas políticas de su tiempo, fue consciente de un proceso de cambio social que, a través de la técnica y de la democratización, tornaba cada vez más importante la actividad comprometida de la ciudadanía.

 

[1] Fuente: Adrián Camps legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Texto que conmemora y rinde homenaje al Dr. Nicolás Repetto, médico, político, parlamentario, cooperativista y ensayista en el 50º aniversario de su fallecimiento.

 

Enrique Dickman

Enrique Dickmann nace en Letonia en el año 1874 y fallece en Buenos Aires en el año 1955. A los doce años llega al país y vivió en sus primeros años en Miramar trasladándose luego a la Provincia de Entre Ríos trabajando como peón rural.
En el año 1897 adopta la nacionalidad Argentina en momentos en que ingresó a la Facultad de Medicina. Respecto de ello cuenta en la obra de Ramón Columba “El Congreso que yo he visto” lo siguiente: “Un juez de paz nos ofreció darnos documentos como Argentinos nativos, pero yo me opuse. Dos o tres veces nos ofreció esa ventaja. Llevaba yo siete años en el país y quería hacerme argentino por expresa y espontánea resolución y por cariño a esta tierra, la primera donde yo, hijo de revolucionarios perseguidos, había conocido la libertad. Esta será mi patria definitiva, me dije”
Siendo casi analfabeto en castellano comienza a estudiar a casi los 20 años. En 1897 ingresa a la Facultad de Medicina por consejo de Juan B. Justo a quien conoce en un calabozo y en 1904 se recibe de médico terminando su carrera debiéndole corresponder medalla de oro que sin embargo no fue entregada por sus ideas extrauniversitarias.
En la facultad de medicina toma un mayor contacto con los Socialistas Juan B. Justo y Nicolás Repetto quiénes son sus maestros. Toma parte en sus conferencias, difunde las teorías de los líderes europeos del Socialismo, Marx y Engels.
En el año 1900 es candidato a Diputado Nacional, pero llega recién bajo el imperio de la Ley Saénz Peña.
Orador filoso, de mente siempre alerta para el tiro repentino con certeros y terribles dardos irónicos acompañado de movimientos gestuales rápidos y cambiantes, fue capaz de transmitir risas entre los diputados a los que dejaba en ridículo pero también atención a sus palabras y emoción entre el auditorio que tuvo el privilegio de escucharlo.
Su primera exposición duró cerca de una hora al abordar los problemas sociales del país. Defiende a la industria “porque no queremos los socialistas matar la gallina de los huevos de oro”. Dice también “del progreso industrial depende el progreso de las clases trabajadoras” y habla del tiempo y los movimientos sociales.
También abraza el amor a su país de adopción al que se le escucha decir “Yo amo al país a que me he incorporado libre y voluntariamente. Quiero la tierra argentina, donde reposan las cenizas del ser que me dio la vida. Admiro su vasto cielo azul, bajo el cual mis hijos vieron por primera vez la luz del día. Quiero que desde la selva virgen del Chaco hasta las regiones heladas del Estrecho, que desde la falda de la Cordillera hasta la playa salobre del Atlántico, habiten cien millones de seres humanos, sanos y robustos, física y mentalmente, libres e inteligentes, para que en el concierto de las naciones civilizadas la República Argentina coopere en el ritmo universal de la conquista de más justicia, más verdad y más belleza”. Este vibrante discurso del cual amplios sectores que iban desde la derecha católica hasta sus pares fue resaltado en las páginas de La Nación como modelo de cómo debe hablarse en nuestro Parlamento.
Alguna vez Carlos Saavedra Lamas diría de los socialistas “fue una revelación de capacidad legislativa. Trajeron nuevos métodos para el trabajo en la cámara. Antes de ellos, se despachaban muchos asuntos a libro cerrado, o en montón, el último día del período. Ellos empezaron a gritar. No tenían pelos en la lengua”. Y diría sobre Dickmann en particular, “Queda interrumpida su meritoria labor en el Congreso de la Nación. Créame que lo siento sinceramente. Durante dos períodos fui su colega y testigo de su constante dedicación, su dominio y estudio de los problemas tratados, su elevación de espíritu y aún de de ecuanimidad compatible con los deberes de su beligerancia necesaria, enriqueciendo los anales parlamentarios con diarias intervenciones, en que ha dejado la huella de su oratoria original, caracterizada por pinceladas elocuentes, acentuado relieve y fuerte color. “
A fines del año 1952 Enrique Dickmann es separado del Partido Socialista por su actitud dialoguista con el Presidente Perón. Esto le valió su expulsión y la fundación de una corriente denominada Partido Socialista de la Revolución Nacional que no tuvo gravitación, sin embargo quedará en la memoria de los Socialistas su gran labor, su capacidad de estudio de la realidad y su capacidad de gran orador. Murió en el año 1955.

 

Fuente: Partido Socialista

Carlos Sánchez Viamonte

Nació en La Plata, capital provincia de Buenos Aires, el 16 de junio de 1892 y falleció en Buenos Aires el 2 de julio de 1972, pocos días después de haber cumplido ochenta años. Fue un destacado jurista, constitucionalista de gravitación y especialista en derecho público y político, profesor universitario de larga influencia en el orden de su especialidad, orientador desde su cátedra de numerosas generaciones de argentinos, y político activo durante medio siglo de su larga vida al servicio de la libertad y los derechos humanos. Su extensa obra escrita y dilatada actuación pública lo han convertido en una de las más destacadas figuras del pensamiento liberal argentino.

Abogado egresado de la Universidad de La Plata (1914), fue designado profesor de Historia y Letras en la Escuela Superior de Comercio de La Plata (1914), y de Historia Universal y de Instrucción Cívica en el Colegio Nacional de la Universidad de la misma ciudad (1919-1946). En 1931 la dictadura del general Uriburu lo declaró cesante en sus funciones de profesor de enseñanza secundaria, a las que renunció definitivamente en 1946, junto a toda su actividad docente universitaria, por desacuerdo con el régimen de Perón. Antes, había adquirido la categoría de Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales (1923), fue consejero de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (1923-1927 y 1929-1930), profesor de Historia de las Instituciones Representativas en el Ciclo del Doctorado (1923-1925), profesor encargado del Seminario de Derecho Público Provincial (1924-1925) y profesor de Derecho Público Actual (1925), más delante de Derecho Constitucional, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de La Plata. Miembro de los jurados para nombramientos de profesores titulares de Derecho Público en la Universidad de Montevideo y profesor de Derecho Político en la Universidad del Litoral, finalmente, en 1956, fue designado titular de la cátedra de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, con carácter de profesor con dedicación a tiempo completo. A raíz del derrocamiento del gobierno del doctor Arturo Frondizi, en 1962 renunció definitivamente al ejercicio de la cátedra universitaria para la enseñanza del derecho constitucional.

Enrolado políticamente en las filas del Partido Socialista (1931), fue convencional constituyente en la provincia de Buenos Aires (1934), diputado provincial (1935-1940), y diputado nacional (1940-1944), mandato interrumpido en 1943 por la revolución militar del 4 de junio de aquel año. Producida la caída de Perón, fue designado miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales por el gobierno surgido de la Revolución Libertadora de 1955, cargo al cual renunció alegando que un gobierno de facto no podía fijarle a la Asamblea Constituyente límites a la reforma constitucional. Candidato a gobernador y vice-gobernador de la provincia de Buenos Aires en varias ocasiones, lo fue a vicepresidente de la Nación en las elecciones de 1958, integrando con el Dr. Alfredo L. Palacios la fórmula presidencial. Junto a la dirigente socialista Alicia Moreau de Justo, en 1963 fue candidato a senador nacional por la Capital Federal. Designado por el presidente Arturo U. Illia embajador extraordinario y plenipotenciario ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, renunció al cargo con motivo del golpe militar del 28 de junio de 1966.

Dos veces rechazó el ofrecimiento para ser miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La primera, efectuado en 1955 por el general Pedro Eugenio Aramburu; y la segunda, en 1958, por el doctor Arturo Frondizi.

Realizó viajes de estudio por Europa y Oriente, y en el primero de ellos (1921) adquirió para la Universidad de La Plata calcos artísticos en París y Florencia. Ha dictado cursillos en las Universidades de La Habana, México y Montevideo, y conferencias en las de Santiago de Chile, Lima, Quito, Caracas y Guatemala.

Fundador y director de la revista de humanidades Sagitario; fundador y vicepresidente de la Unión Latinoamericana (1925), miembro de la Academia de Ciencias Políticas y Morales y miembro honorario de la Asociación Argentina de Ciencias Políticas, en 1964 fue nombrado maestro honorario de la Gran Unidad Escolar Bartolomé Herrera, del Perú. Fue presidente de la comisión popular de homenaje a Joaquín V. González en el centenario de su nacimiento (1963), y presidente de la Asociación Heleno-Argentina por la Autodeterminación del pueblo de Chipre.

Su intensa actividad a favor de la libertad civil y política le acarrearon persecuciones y prisión.
En 1915 fue arrestado por su ataque a los desmanes del poder político, el 6 de junio de
1931 fue exonerado de sus cátedras y debió exiliarse a Montevideo, y durante el gobierno
peronista su casa fue allanada varias veces, tuvo que mantenerse oculto en repetidas
ocasiones y fue detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo en dos oportunidades.